Hace meses que el Barcelona bucea en el mercado en busca de futbolistas que remienden las costuras que han quedado deshilachadas y a la vista en el último mes y medio. Con la defensa en chásis, Zubizarreta también pretende reforzar la medular con juventud, toque y proyección. 

La idea es que los refuerzos le aporten continuidad al juego y encajen en el concepto futbolístico del Barcelona, cosa que, por ejemplo, no sucedió con Song. En este sentido, el Barcelona se ha fijado en Gündogan, un futbolista que gusta y mucho en can Barça. El centrocampista ocupa uno de los primeros puestos de la lista de prioridades para reforzar al equipo de cara al próximo curso.

El Barcelona sabe que no será una operación fácil. El traspaso a golpe de talonario de Götze al Bayern de Múnich a cambio de 37 millones de euros, ha cerrado en banda al equipo del Iduna Park, que no pretende afrontar más traspasos y valora la posibilidad de eliminar las cláusulas de rescisión para que no se vuelvan a suceder episodios similares. 

En el caso de Gündogan, el Borussia sabe que si se queda, deberá llevar a cabo una revisión de contrato ya que el centrocampista de origen turco tiene una de las fichas más discretas de la plantilla: cobra 1,5 millones por temporada. Gündogan tiene dos años más de contrato con los alemanes, aunque algunas fuentes apuntan a que habría firmada una tercera temporada más opcional.

Gündogan llegó al Borussia Dortmund procedente del Nuremberg con la finalidad de sustituir a Nuri Sahin, que acababa de comprometerse con el Real Madrid. El equipo de Kloop desembolsó una cantidad cercana a los cuatro millones de euros para concretar la operación. Hoy, su precio se ha multiplicado. Su paso por la selección alemana y su consagración como una de las figuras emergentes del fútbol mundial convierten a Gündogan en un futbolista que ha llamado la atención de los más poderosos. 

Su cláusula de rescisión ronda los 25 millones de euros aunque el Dortmund prefiere no airear los precios por los que sus jugadores abandonarían el club, ante el temor de una posible desbandada, más aún en caso de conquistar la Champions. El jugador es del agrado de los técnicos del Barcelona, pero deberán valorar todas estas circunstancias antes de tomar una decisión.