Radamel Falcao jugó ayer su último partido con el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Aunque nadie quiere hacerlo oficial, lo cierto es que el colombiano se va del Atleti por la puerta grande y demostrando públicamente que jugar en este club le ha marcado profundamente.

El jugador se fue del campo tras el pitido final pero regresó para estar con los aficionados que no dudaron en pedirle que se quedara, que no se fuera al Mónaco donde jugará la próxima temporada.
Falcao se emocionó ante tantas muestras de cariño y como cuando ganó la Copa en el Bernabéu no dudó en llorar y se fue al vestuario señalándose el escudo y diciendo "les llevo dentro".

Así se va Falcao, con el Atlético metido en el corazón y como un auténtico ídolo de una afición que volvió a quedarse en la grada tras acabar el partido pidiendo a los jugadores que salieran al césped.
Lo hicieron antes de la final y los futbolistas salieron y ayer no iba a ser menos. Comenzaron a aparecer poco a poco hasta que al final fueron casi todos los que se acercaron para cantar, algunos con megáfono incluido, con esos aficionados.

Fue el broche final de un día en el que el denominador común fue el ambiente festivo que se vivió en el Calderón. El homenaje a las diez Copas del Rey ganadas acaparó todos los focos, con Collar, Adelardo, Ufarte, Calleja, Gárate, Quique Ramos, Alfredo, Tomás y Solozábal como protagonistas de cada uno de los trofeos reales conquistados por el Atlético.

Y luego la más reciente, la del viernes pasado, sacada por Gabi con Falcao paseando la Supercopa. La única nota discordante fue cuando un sector de la grada pidió la marcha del Club del Cata Díaz tras el incidente que protagonizó con aficionados la pasada semana.

La primera vez que el estadio coreó su nombre fue en el minuto 3 de partido. Pero tampoco fue especial, pues la afición cantó, uno por uno, a todos los jugadores titulares, más Adrián, el Cebolla, Burgos y Simeone, cántico este que fue el másruidoso. Eso sí, el "Radamel Falcao" retumbó en el Calderón.

Con el partido insípido a más no poder, la afición se divertía entonando el "campeones, campeones", mandando mensajes al eterno rival ("Santiago Bernabéu. 53 años de barra libre de Copas", rezaba una pancarta), y sólo las salidas del campo de Arda y Gabi, y las consiguientes entradas de Óliver Torres y Adrián daban vidilla al asunto.

En el minuto 80 cuando de forma espontánea, el Calderón comenzó a cantar el nombre del colombiano. Simeone no estaba por la labor de cambiar al colombiano para que se llevase la ovación con empate en el marcador. Pero no hizo falta porque se la dieron de sobra los aficionados que hicieron llorar al 'Tigre' que no olvidará el Atlético.

 Fuente | Mundo Deportivo